¡Hola a
todos!
Primeramente,
llegas ya a un punto de tu vida en el que ves cómo la gente que te rodea,
especialmente amigas, que tienen casi tu misma edad, deciden tener hijos o
casarse, y que los temas de conversación con ellas hagan referencia a esas dos
condiciones, eres consciente de que empiezas a hacerte mayor…
Si bien en
entradas anteriores os hablaba de los futuros bebés que habían tenido y tendrán
amigas, conocidas y familiares, hoy os vengo a hablar de la supuesta “ceremonia
previa” que normalmente hace la gente antes de tener hijos, la boda (más bien,
de las bodas en general).
Os comento la
situación que tengo a día de hoy. A mitad de agosto hay una conocida que se
casa y dejó entrever que quiere que acuda a su boda, pero a día de hoy, no he
recibido invitación (cosa que me da esperanza para no ir), pero a medida que
van pasando los días, mis amigas y, también, conocidas de esta chica, me han
comentado que ya han recibido su invitación.
Primero, lo más
importante, que hay que saber diferenciar entre conocida y amiga. Para mí, una
conocida es una persona que has visto 2 veces en 4 años, por ejemplo, con la
que ni si quiera has intercambiado mas allá de un “hola”. La palabra amistad y
considerar a una persona tu amiga, es saber que esa persona va a estar contigo
pase lo que pase.
Total, que
partiendo de esa forma con la que veo la amistad, considero que realmente me
está invitando a la boda por lo que lo hace mucha gente desgraciadamente: el
aparentar que ha invitado a su boda a 500 personas (por ejemplo) y tener que ir
presumiendo de lo que tiene (o no tiene) porque sabemos que la gente es así, se
basa en apariencias.
A mí me
parece estupendo que la gente sea feliz gastándose (lo que sea) en un traje que
solo te pondrás una vez en tu vida, en unas fotos y un vídeo que se quedarán en
un armario de tu casa, en alquilar un autobús, catering, salón, etc… para invitar
a la gente a su boda, pero a mí no me produce ninguna felicidad el hecho de
hacerlo así. Cuando realmente lo principal y lo que pretendes es firmar un papel
con la persona que quieres, todo lo anterior es secundario.
Tema aparte,
prefiero dejar el tema de la iglesia y de los juzgados, más que nada porque
conozco a gente que se ha casado por la iglesia por obligación de terceras
personas en el sentido de por no decepcionar a sus familiares ultra católicos,
algo que me parece un poco feo. Tampoco hay que casarse por tener que complacer
a los demás, en el siglo en el que vivimos, tenemos que tener un poquito de más
personalidad y libertad…
Tengo que
confesaros que yo, como habéis podido comprobar, muy partidaria de bodas no soy
y de acudir a ellas menos todavía. Me parece que es un “engorro” el tener que
comprarte un vestido, zapatos, bolso… me aburre demasiado y el tener que ir a
una boda a solicitar un menú especial, por no hablar ya del dinero que le
tienes que dar a los recién casados por el hecho de invitarte…
La verdad,
que para la boda de este año, me lo estoy pensando bastante, ya que me ha
cogido con poco más de un mes de antelación y no le veo el lado bueno por
ninguna parte, por no decir que mis amigas tampoco comprenden su invitación… y
que tampoco tienen ganas de ir. Veremos a ver qué sucede porque todavía quedan
4 semanas y mantengo la esperanza de que siga sin llegarme la invitación
oficial…
¡Un saludo a
todos!
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