¡Hola a todos!
En la entrada de hoy, os relato mis dos experiencias visitando el restaurante “VINITUS GRAN VÍA” en Madrid. La idea de que fuera a probar este lugar fue del youtuber Pablo en cuyo canal “Cenando con Pablo” visitó este sitio y la verdad es que todo lo que comenta en el vídeo es real.
En mi primera experiencia, nada más sentarme a la mesa, recuerdo que fue bastante satisfactoria al ver que tienen la carta encima de la mesa con la leyenda de los alérgenos, algo súper importante para mí por el problema de intolerancia a la lactosa que tengo. Acudí para comer un jueves en el que, coincidiendo con el vídeo de Pablo, tenían paella con cigalas.
Tengo que reconocer que es un plato bastante generoso de paella y con dos cigalas por persona, algo que se agradece ya que, en otros sitios, cuando te ponen paella de marisco, el marisco en el plato casi ni lo hueles. El precio fue de unos 10 euros aproximadamente. No me parece excesivamente caro porque ya os digo que solo con ese plato sales lleno.
A parte del arroz, comimos alcachofas fritas y me llamó la atención el corte que traían como en pequeñas rodajas verticales. Os puedo decir que también estaban buenísimas y no recuerdo el precio, pero tampoco era muy excesivo. Se pidieron más cosas para compartir como ensalada de bacalao, setas y carrilleras. En cuanto a éstas no os puedo decir porque no las probé, pero las personas con las que iba dijeron que estaban buenísimas.
En cuanto a los postres, me puse bastante contenta porque entendía que el brownie de chocolate lo podría comer ya que en la carta pone que está libre de lácteos asique me animé a pedirlo. Me llevé un zasca enorme cuando me lo trajeron con una bola de helado de vainilla por encima. Tuve que llamar a la camarera y pedir que me trajeran uno sin bola de helado porque en la carta no venía así descrito y, efectivamente, me lo cambiaron sin ponerme ningún problema.
En esta ocasión agradezco que se ponga la leyenda de los alérgenos, pero si se pone que, al menos, recalquen este tipo de cosas. Una de las personas que venía conmigo me dijo que yo era la ignorante por no saber que el brownie siempre iba con la bola de helado de vainilla por encima en cualquier sitio al que vayas.
Disculparme pero quién de vosotros da por hecho que un brownie de chocolate siempre tenga que ir por obligación con una bola de helado de vainilla encima cuando en la carta solo pone de postre Brownie de chocolate. ¿Por qué tenemos que dar por hecho algo que no viene escrito en la propia carta?
Este tipo de cosas os pueden parecer una tontería, pero el omitir este tipo de información hace que mucha gente se tenga que salvar de acudir rápidamente a un hospital a que le pinchen urbason por tema de alergias alimentarias. A mí no me parece ninguna tontería el poder evitar situaciones como esas.
A pesar de lo anterior, decidí darle una segunda oportunidad. En esta ocasión fuimos tres personas para cenar un sábado. Es cierto que llegamos a las 20:15 y tuvimos que esperar hasta las 21:00 para poder cenar porque es importante deciros que no se puede llamar y hacer reserva ni para la comida ni para la cena. Si cuando llegas, el local está lleno, te dejan anotado en una lista al momento y te dan plazo aproximado de cuando podrías tener una mesa disponible.
Cuando pasamos a la mesa, teníamos claro lo que íbamos a pedir porque nos habíamos vuelto a ver el famoso vídeo de Pablo en ese lugar. Uno de mis acompañantes eligió un montadito de anchoa con berenjena y pimiento asado y unas flautas (vienen dos unidades) de atún, anchoas, olivas y pimiento. Otro de ellos eligió una mini hamburguesa con queso y cebolla y las flautas de pollo con queso mientras que yo elegí dos flautas de tortilla de patata recién hecha y los tres en común elegimos una brocheta de langostinos para cada uno.
En cuanto a mi elección os puedo decir que la tortilla de las flautas estaba poco cuajada (como a mí me gusta) y te ponen la mitad de la tortilla en cada pan de flauta por lo que con eso cenas más que de sobra. Sobre la brocheta de langostinos estaba bastante buena también. Te la traen encima de una rodaja de pan con un poquito de alioli haciendo que sea una combinación muy buena la del pan, el alioli y los langostinos.
Os aseguro que mis acompañantes también salieron bastante contentos con su elección. En el momento postres, me adelanté y pedí el brownie sin la famosa bola de helado. Tiene forma como de magdalena, pero os puedo asegurar que llena muchísimo y que está bastante rico. Uno de mis acompañantes pidió la torrija y el otro de ellos la crema catalana, ambos también comentaron que llenaban bastante los postres.
Es un lugar que, para estar en el mismo centro de Madrid, por 54 euros pudimos salir bien cenados los tres habiendo probado un poco de todo y con postre que cada uno tiene un precio de 3,15€. Me parece bastante barato a lo que te suelen pedir por un postre en otros restaurantes del mismo estilo que este.
En general salimos bastante contentos del sitio y llegando a la conclusión de que para comer bien y salir súper lleno tampoco es necesario pagar unos elevados precios, es el caso de este restaurante. Por supuesto que volveré a repetir experiencia.
¡Un saludo a todos!
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