martes, 8 de noviembre de 2022

Mi experiencia compartiendo piso...

¡Hola a todos!

Sé que hace algunos meses que no me pasaba por aquí a escribir nada, pero sabéis que normalmente no tengo tiempo por tema laboral, aún así me encanta saber que habéis estado leyendo las entradas anteriores y que, a pesar de que no publique nada, seguís leyéndome. De verdad que mil gracias por perder un poquito de vuestro tiempo en mi blog.

Ya sabéis que aparte de comentar libros, series, películas, cosas de cosmética, etc… Siempre me ha gustado dar mi más sincera opinión sobre las cosas que me parecían o que me iban sucediendo asique en la entrada de hoy, os traigo una opinión de una situación personal que me ha ido surgiendo en estos meses y que me parece interesante comentar con vosotros. También que me dierais vuestra opinión y si habéis tenido experiencias similares.

Todo comienza porque este verano decidí mudarme a vivir a casa de mi chico y pensaréis que igual era demasiado pronto porque llevábamos solo 3 meses de relación, pero me apetecía mucho vivir esa experiencia en mi propia ciudad y que me encanta estar con mi pareja todo el tiempo posible asique me lancé a la piscina y me fui con él. Hasta ahí todo perfecto, pero mi chico (dueño de la casa) comparte piso con una chica (su alquilada) y, antes de seguir con mi relato, permitidme un consejo y es que si estáis bien en una relación por mucho que os veáis apurados de dinero, jamás compartáis piso con una tercera persona y me da igual que sea chico o chica ya que siempre se ha dicho que dos son compañía y tres son multitud, algo que os puedo confirmar perfectamente.

Siguiendo con mi relato, mi llegada a la casa fue escalonadamente, es decir, al principio quedamos que solo iría los fines de semana para que la alquilada no se sintiera incómoda con mi presencia según las palabras de mi chico (algo que no puedo comprender a día de hoy), pero por respeto hacía mi pareja decidí aceptarlo. Durante ese tiempo, la alquilada aparecía por casa con amigas suyas y chicos sin avisar, incluso se quedaban a dormir en varias ocasiones y nunca se le dijo nada a pesar de que en su contrato se le indicó que no hiciera fiestas, ni llevara a mucha gente a casa y que si lo hacía, tendría que avisar, etc…

Unas semanas más tarde, me quedaba a dormir algunos días de diario a petición de mi chico y así hasta que en septiembre decidimos conjuntamente que nos apetecía irnos a vivir juntos. Omitimos esa información a la alquilada ya que entendimos que mi chico, como dueño de la casa, no tiene por qué dar explicaciones a su alquilada de lo que hace o deja de hacer en su vida personal y ahí es cuando empezaron a surgir los primeros encontronazos con la alquilada (No bajaba la basura, se comía cosas nuestras de la nevera, utilizaba los detergentes y suavizantes de la lavadora, se dejaba días y días los platos sin fregar a ver si el bueno de mi chico se los fregaba, nunca limpiaba el baño ni la casa (siempre lo hacíamos mi chico y yo), la limpieza de la placa de horno que utilizaba ella más que nosotros nunca lo hacía, se dejaba los pelos en el desagüe de la bañera sin limpiar, etc…). Una “maravilla” de compañera de piso.

Un día, la alquilada le envío un audio a mi chico diciéndole que yo molestaba en casa y que hacía mucho gasto en luz y agua y que eso ella no iba a permitirlo, que si yo entraba en casa que los gastos se tenían que dividir entre tres. Imaginad mi cara cuando mi chico me pone el audio y… ¿Sabéis qué pasó? Que mi chico por no entrar en discusiones con ella aceptó su propuesta. En ese momento sí que sentía que igual me había equivocado yéndome a vivir con él, pero lo cierto es que la convivencia con él era muy buena hasta que acabamos hablando siempre de esta tercera persona en discordia y de lo que pasaba con ella en casa.

Analicemos esta situación. Mucha gente me dice que me tengo que poner en el lugar de ella. Vale, intento ponerme en el lugar de ella, pero yo no tengo la cara dura de decirle al dueño de la casa donde vivo como tiene que hacer las cosas en su casa porque a mí no me guste como estén funcionando allí porque como yo pago, yo exijo y me creo con más derechos que el dueño y que su novia de hacer y deshacer a mi antojo. Sí, porque así es como funciona esta chica… Se piensa que por tener la obligación de pagar el alquiler de una habitación, tenemos que comprarle el suavizante de la casa, la comida, limpiarle los platos, fregarle la casa y el baño siempre que ella lo necesite, dejarle todos los utensilios de la cocina, comprarle el papel y el jabón del baño… ¡Que la casa no es un hotel donde nosotros somos los trabajadores y ella la clienta que paga para que se lo hagamos todo!

Reconozco que a veces me he sentido como si tuviera una hija, que podría ser el caso, pero no lo es porque ella tiene 8 años más que yo y se comporta mucho peor que yo, como una adolescente de 15 años que la da igual absolutamente todo y que se lo tenemos que hacer todo como si fuéramos sus padres, cosa que yo no estoy dispuesta a permitir. También era bastante incómodo estar cenando en el salón en pijama y ver aparecer a gente que no conocías de nada por allí y te da rabia porque no puedes decirla nada a ella, pero si a tu pareja.

Duele ver cómo, aparte de eso, la alquilada le hacía cruasanes para merendar a tu chico, le esperaba en casa cuando venía de trabajar por las tardes con una gran sonrisa, que aproveche para hablar con él en la cocina mientras tú te duchas y escucharla decir que quien era él para llevarme a mí las maletas que nos había visto pasar desde el bar de debajo de la calle, le preguntaba continuamente por los planes que él hacía o dejaba de hacer conmigo los fines de semana o mismamente que cuándo me instalaría definitivamente en casa y al final te lo acabas tragando porque cada vez que le has expuesto todo lo anterior a tu chico, éste piensa que TODAS las mujeres somos problemáticas las unas con las otras y que él no quiere ni ponerse a mi favor ni al de ella, algo que evidentemente no me hace gracia porque considero que una pareja es para apoyarse en lo bueno y en lo malo y si eso no va a ser así, es mejor que se dejen las cosas claras desde un principio.

Afortunadamente, la alquilada nos ha indicado que en febrero va a abandonar la casa porque, según ella, estaba acostumbrada a vivir sola y que se le hace muy dura la convivencia con otras personas… Sí, os podéis reír, dura cuando no hace absolutamente nada y siempre mi chico la ha fregado el baño y limpiado los platos a su disposición hasta que he ido entrando yo poco a poco en casa y son cosas que yo me he negado a hacerla desde que llegué en septiembre y eso es algo que ella no acepta asique ha asumido que una de las dos se tiene que marchar de allí y no soy yo.

Solo nos queda llenarnos de paciencia para que pasen estos meses lo antes posible y que podamos encontrar más paz y equilibrio en la convivencia sin ella porque ya os digo que es mi primera experiencia compartiendo piso y seguramente sea la última. Ya no es cuestión de que cada uno sea más o menos egoísta con sus cosas, es cuestión de tener respeto por las cosas de los demás y de mostrar la educación que te han dado tus padres si es que te la han enseñado porque yo, en este caso y con su comportamiento, lo dudo mucho.

Lo comentaba con una de mis amigas y me decía que ella había compartido piso en Córdoba durante un año y que fue el año más largo de su vida (XD). Me contaba cosas como que aquella se dejó las llaves puestas por dentro y llegó ella de trabajar y hasta que la otra no se levantó de la siesta no pudo entrar en casa, que se paseaba en ropa interior delante del novio de mi amiga, que nunca le ofrecía para comer mientras que mi amiga si y aquella no se negaba, etc…

Lo único que os puedo decir es que si pensáis alguna vez en la vida que el hecho de compartir piso es absolutamente maravilloso porque no vives en la misma casa con tus padres, creo que estáis bastante equivocados. Yo prefiero vivir en casa con mis padres o solo con mi pareja antes que irme a compartir piso con desconocidos y que surjan este tipo de situaciones.

PSDT: Intentaré estar más activa en el blog. Mil gracias por leerme.

¡Un saludo a todos!

2 comentarios:

  1. Opino que tu novio es un poco capullo. Tú tienes mucha paciencia y la otra es una hija de puta.

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    1. Muchas gracias por leerme y dar tu opinión. La verdad es que demasiada paciencia y todavía queda hasta febrero...

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