¡Hola a todos!
A principios de año, os comenté mi experiencia personal sobre las clínicas laser. En esta entrada os voy a relatar mis sesiones de laser de Diodo a lo largo del año.
En la primera sesión, fue demasiado el cambio de máquina. Primero porque era completamente diferente a la que me habían estado dando en la otra clínica que, como ya os comenté, en esta sí que es laser de Diodo y en la otra era laser Alejandrita, y segundo porque a la hora de utilizar las máquinas es diferente.
Con la Alejandrita, notabas que te daban pinchazos por su pequeño cabezal redondo cada vez que éste tocaba la piel y me parecía demasiado lento. Es poco doloroso y como os comenté, poco eficaz salvo en la zona de la ingle.
Con el Diodo, notas que te dan pinchazos constantes por su cabezal más cuadrado y grande, a parte, te tienen que aplicar una especie de gel frío para que no te queme tanto la piel porque sí que es verdad que es algo más doloroso y desprende más calor que el Alejandrita, pero también es más rápido porque el cabezal es mucho más manejable que el Alejandrita.
Cuando acabé la primera sesión, la chica de la clínica me pidió que fuera al mes y medio de habérmelo realizado porque necesitan realizar el seguimiento del pelo para ver si realmente ha sido poco o muy efectiva esa primera sesión, algo que nunca me pidieron los de la otra clínica, y acudí. Me hicieron la valoración y me lo anotaron en la hoja de mi historial.
Personalmente, en solo una sesión, me noté que el pelo me había disminuido bastante, desconozco si es porque ya tengo las raíces de los poros “quemadas” de las sesiones anteriores o porque, a veces, el cambio de máquina “dicen” que resulta mucho más efectivo pero lo cierto es que, en esa primera sesión, el resultado fue bastante bueno y así me lo dijo la chica de la clínica.
En la segunda sesión, primero me lo hicieron con la potencia de la primera sesión (un poco floja) y, después, me subieron la potencia y me insistieron (como en la primera sesión) que no debes notar un calor que queme, sino que notes los pinchazos de la máquina porque o sino no resulta tan efectiva y aparte que te puede ocasionar quemaduras, así como si tomas medicación y no lo indicas que es una de las principales cosas que tienes que tener en cuenta antes de someterte a este tipo de tratamientos.
En la tercera sesión, habían cambiado la máquina con la que me lo habían hecho anteriormente y me tuvieron que buscar la potencia adecuada otra vez. Me dijeron que esta máquina era más moderna y tenía luz de led, haciendo que no suelte tanto calor sobre la piel a la hora de la depilación. Particularmente, no creo que sea bueno el ir cambiando de máquinas tan constantemente ya que la primera sesión que te das con esa nueva máquina creo que es como empezar de cero y tienes que esperar a ver si tu pelo responde bien a ese nuevo tratamiento.
En la cuarta sesión, le comenté a una nueva chica que mucho efecto no me estaba haciendo ya que se supone que los pelos que te nacen después del laser se tienen que caer solos y, eso, no me había pasado con la sesión anterior. Me dijeron que iban a probar un nuevo método con la misma máquina. En vez de dar los típicos pinchazos del laser, lo que tenía que sentir es calor. Yo le advertí en varias ocasiones que no sentía ningún tipo de calor y la chica me dijo que no lo podía subir de potencia porque no quería quemarme. Me sentí que había perdido esa sesión completamente, pero lo acabé confirmando cuando, de nuevo, mi pelo seguía sin caerse...
Me encontraba un poco decepcionada porque ya no solo son cuatro sesiones, es que son cuatro años de tratamiento laser y empiezo a estar un poco cansada de no ver muchos resultados. Sí que es cierto que ha disminuido bastante la cantidad de pelo, pero eliminarlo por completo, no lo elimina o al menos en mi caso. Aún así, decidí ir a la última sesión, teniendo claro que de axilas sí que me lo quería quitar completamente, pero de piernas completas me parecía ya aburrido y sentía que estaba tirando el dinero.
En la quinta sesión, me volví a encontrar con la chica con la que me lo había hecho en las primeras sesiones, que es bastante simpática y realmente muestra bastante interés en cómo te va el tratamiento. Se interesó bastante en lo que le estaba comentando del poco efecto que me habían hecho las dos últimas sesiones aunque también tengo que echarle un poco de culpa al Covid, ya que me dieron las sesiones cuando pudieron, no cuando realmente me tocaban… Aún así, ella me repasó varias veces las zonas aplicando mucha potencia que, a veces, me costaba aguantar, pero si quiero eliminar el pelo por completo… ¡Es lo que toca! Y no, no he sufrido ni quemaduras ni ronchones a pesar de ser bastante clara de piel.
Finalizada la sesión, me comentó varias promociones para renovar por 5 sesiones más tanto de piernas como de axilas y finalmente, decidí volver a renovar las dos cosas ya que habían pasado más de dos meses de la cuarta sesión y, aunque no se me cayera el pelo, sí que es cierto que no tengo la misma cantidad de pelo que tenía antes de comenzar el tratamiento laser en sí (hace cuatro años).
Antes, a las tres semanas de depilarme con las típicas “máquinas arranca pelos de raíz” ya me lo tenía que volver a hacer porque tenía toda la pierna cubierta de pelo y sin embargo ahora, me aparece al mes y medio, pero con muchísimo menos cantidad. Por ejemplo, de rodilla hacía el tobillo he conseguido eliminar el 70% del pelo mientras que de rodilla hacía arriba me está costando bastante más ya que son muy claritos y esos cuesta más eliminarlos.
Espero que mi experiencia os ayude a aclarar ciertas dudas que tengáis antes de lanzaros a un tratamiento laser y, en cuanto a mí, confío en poder eliminar algo más de pelo en las cinco nuevas sesiones así que ya os comentaré el resultado final en aproximadamente un año, si no volvemos a encerrarnos en casa y todos los negocios por el tema del Covid…
¡Un saludo a todos!
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