Lof Yu - Llévame contigo

¡Hola a todos!

En la entrada de hoy, os traigo la última parte de la trilogía de “Las Princess” de Lof Yu (Llévame contigo).

En esta tercera parte, la vida de “Las Princess” cambia bastante porque dejan de ser “adolescentes de instituto” para convertirse en unas chicas algo más adultas, teniendo más responsabilidades que atender, como el hecho de tener un trabajo o independizarse de su familia.

Al principio del libro, apenas sabemos nada de la vida de Bea, únicamente que se encuentra viajando por todo el mundo con uno de los tres chicos con el que tuvo dudas en el libro anterior. No da mucho más detalles de acerca de cómo surgió la relación ni la idea de viajar, pero en su lugar, aparece Valeria, intentando sustituir la figura de Bea en el grupo de “Las Princess” y, sobre todo, para que Silvia despierte de su sueño de amor con su chico.

En cuanto a las demás, Estela intenta ser responsable obteniendo su primer trabajo pero se nota a kilómetros que lo ha estudiado por hacer algo y no porque le guste porque ella sigue pensando que se tiene que dedicar al mundo del teatro y de las películas, en definitiva, a ser actriz. En cuanto a su actitud, me ha seguido sacando de quicio porque creo que es el único personaje que no termina de madurar en cuanto a su carácter y su forma de actuar con los demás.

Por otra parte, tenemos a Ana, que después de estar, por un tiempo, fuera de España, se ve obligada a regresar a casa de sus padres y, éstos, aunque sepan que ya no es una niña y que acaba de conseguir su propio trabajo, la siguen imponiendo normas absurdas de convivencia en su casa. Ana representa la adolescente que vive en la típica casa donde los padres son de los que dicen “Esta es mi casa y aquí mando yo. Si no quieres, ahí tienes la puerta”.

Por último, tenemos a Silvia, quien me dio bastante pena en los primeros libros y que, en este último, le he cogido algo de manía por la actitud que presenta con su novio cuando éste comienza a entablar conversaciones con terceras personas, es decir, es la típica novia ultra celosa que tiene que estar cotilleando las redes sociales de su pareja porque no se fía de él.

En general, de toda la trilogía, he sacado varias conclusiones:

1-Las mujeres somos y seguiremos siendo malas entre nosotras toda la vida. En cuanto vemos que otra mujer se interpone en nuestro camino laboral o sentimental, somos capaces de intentar destruirlas cueste lo que cueste con las peores artimañas posibles para que no consigan su objetivo.

2-El principio de las relaciones amorosas es lo mejor de la relación. En el momento en el que ya te vas a vivir con la persona a la que supuestamente quieres y empiezas a ver que no es igual de ordenado que tu o tiene ciertas costumbres que te sacan de quicio, ahí ya la relación empieza a tambalearse y como no te sientes a hablarlo con tu pareja al principio, no vas a ser capaz de cambiar su actitud por mucho tiempo que te lleves conviviendo con él/ella.

3-La responsabilidad de la independencia. Hay veces que deseamos enormemente no vivir en casa de nuestros padres porque nos dicen que tenemos que hacer o nos imponen unas normas que no nos gustan y, al final, acabamos saliendo de nuestra casa teniendo que compartir piso con personas desconocidas con las cuales acabas teniendo una peor convivencia que con tus propios padres, algo que no resulta nada fácil.

4-Hay que pensar en uno mismo. Os puede parecer egoísta, pero con el tiempo te das cuenta que lo mejor es pensar en tus propios sueños y no renunciar a ellos porque te lo pidan terceras personas. Si tienes una relación con una persona y esta te impide que salgas a trabajar/estudiar o no te anima a que progreses personalmente, siento deciros que estáis con la persona equivocada.

5-Hay que saber decir: “¡Hasta aquí!”. Todas las personas tenemos un límite y no tenemos porque aguantar cosas que no debemos ni queremos aguantar. Si eres infeliz en un trabajo por la gente, puedes salir a buscar otro o si ya no te encuentras bien en la relación con tu pareja, tienes que poner el final a esa relación. A veces es muy duro porque te tienes que separar de esa persona queriéndola mucho, pero a la larga sabrás que es la mejor elección que has podido hacer.

Aparte de lo anterior, lo que menos me ha gustado ha sido el hecho de incluir versos de poemas, canciones o películas en el principio de cada capítulo que, yo, no he sabido relacionarlos con lo que el capitulo trataba. Tampoco me ha gustado (de este y de otros libros) que esté todo el tiempo mareando en el tiempo, es decir, que de repente estas situada en un día de la semana, por ejemplo un martes y luego te cuenta lo que pasó el sábado pasado. La mayoría del libro es así y me ha parecido bastante mareante en ese sentido porque acabas perdiéndote un poco en el tiempo.

Aún así, es muy recomendable para las personas que le gustan leer género juvenil. Me ha gustado pero reconozco que algunos aspectos me han parecido un poco infantiles para mi gusto y tiene un final bastante previsible, algo que me ha decepcionado un poco.

¡Un saludo a todos!