¡Hola a
todos!
¿Cómo estáis
llevando la cuarentena? Imagino que ya muchos estaréis hartos de estar en casa,
pero paciencia porque seguramente nos quedan unas semanas más. Por eso, aprovechando que es festivo y tengo un poco más de tiempo, os traigo
una entrada de las que me gustan, de esas que escribo porque me gusta
reflexionar y porque me apetece dar mi opinión sobre el tema.
Hoy os traigo
mi opinión sobre el electrocardiograma sentimental. Sí, muchos estaréis
pensando que porque ese nombre pues os lo explico fácilmente. ¿Sabéis lo que es
un electrocardiograma? Es la representación de la actividad eléctrica del
corazón que aparece reflejado en unas líneas que suben y bajan en un papel,
pues creo firmemente que los sentimientos también pueden verse representados en
un electrocardiograma.
Al principio,
cuando conoces a esa persona todo te resulta maravilloso, genial, crees que has
encontrado la persona correcta con la que pasar todos los días de tu vida,
todos los días a su lado son de color de rosa, haciendo que el
electrocardiograma suba, pero a medida que va pasando el tiempo, vas conociendo
más a esa persona y empiezas a conocer cosas que ya dejan de gustarte demasiado
y es, ahí, cuando el electrocardiograma empieza a bajar.
Sin quererlo,
empiezas a entrar en un bucle de pensamientos y de sentimientos sobre esa
persona. De repente, un día te parece fantástico porque te ha llevado a cenar a
uno de los mejores sitios de la ciudad y al otro día, te parece que no es lo
que estabas buscando porque es una persona que mientras le hablas, está
constantemente mirando el teléfono (por ejemplo) y así sucesivamente casi todos
los días, haciendo que vivas en un electrocardiograma constantemente, con
subidas y bajadas.
El problema
de este tipo de situaciones se da cuando ya empiezas a comparar las actitudes y
comportamientos de esta nueva persona con la persona con la que estabas
saliendo anteriormente, es decir, tu ex pareja. Si ya en el párrafo anterior
empezabas a tener dudas y no estar segura de querer empezar algo nuevo, por
esas pequeñas cosas que vas viendo, cuando llegas a este punto… ¡Es peor aún!
Vale, dicen
que las comparaciones son odiosas y que no todos somos iguales, pero cuando,
por primera vez, te encuentras en la situación de haber dejado a tu ex pareja,
con la que has tenido bastante tiempo de convivencia y aparece otra persona que
intenta convencerte que tienes que creer nuevamente en las relaciones, creo que
es normal que aparezca el miedo a fracasar otra vez.
Inevitablemente
empiezas a recordar los motivos por los que dejaste a tu ex pareja y piensas
que haces bien intentando empezar una relación con otra persona, pero luego
piensas en las cosas que no te gustan de esta nueva persona y piensas que estás
cometiendo un gran error en intentar algo que crees que va a fracasar por esas
diferencias como te sucedió la vez anterior. Al final, acabas entrando en un
bucle cuya conclusión principal es: Lo que le faltaba a mi ex lo tiene esta
nueva persona y lo que tenía mi ex, no lo tiene esta nueva persona.
Cuando llegas
a ese punto es que no sabes cómo narices continuar… Llegas a creer en que te
has equivocado dejando a tu ex pareja porque, a pesar del tiempo que lleváis
separados, os tenéis un gran cariño por todo el tiempo que habéis pasado juntos
y te planteas en retomar la relación, pero, por otra parte, deseas intentarlo
con una nueva persona aunque ésta no termine de llenarte como lo hacía tu ex,
algo que es bastante complicado, puesto que no es comparable, por ejemplo X
años de relación que X meses.
También,
empiezas a cuestionarte si existe un tiempo determinado desde que lo dejas con
tu ex pareja y empiezas otra nueva relación o no. Por ejemplo, si crees que
después de un año de relación estas realmente preparada/o para volver a vivir
todo aquello de lo que has huido o, por el contrario, tienes que dejar pasar
algo más de tiempo.
La cuestión
es que creo que si realmente no estamos preparados para comenzar una relación
con alguien, mejor no lo hagamos porque nos vamos a forzar a hacer cosas que no
nos salen y eso nos tiene que salir del corazón y de los sentimientos que nos
provocan esas personas. Antes de engañar a los demás, tenemos que evitar
engañarnos a nosotros mismos.
Por último,
tampoco estéis con las personas por el miedo a quedaros solos. A veces, se está
mejor solo que en pareja y si queréis intentar una relación con alguien,
hacedlo, pero nunca permitáis que esta nueva persona os prohíba hacer cosas con
las que vosotros disfrutáis porque si hace eso, lamento comunicaros que estáis
dando con la persona equivocada.
Espero que
con la cuarentena podáis reflexionar sobre todo este asunto. ¿A quién no le ha
pasado esta situación?
¡Un saludo a
todos!
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