¡Hola a
todos!
Hoy os traigo
mi opinión sobre comer o, mejor dicho, no comer en IKEA…
Un sábado por
la mañana, decidí salir de compras con mi madre porque hacía mucho tiempo que
no lo hacíamos. Una de las tiendas a las que fuimos fue IKEA. Estuvimos mirando
cosillas por la exposición y, una vez que acabamos, ya era la hora de comer.
Nos pareció buena idea ir allí porque varias personas me habían contado que la
comida de allí, está buena.
Cuando
llegamos al restaurante, tenían una pantalla digital donde puedes consultar los
platos que tienen y las intolerancias y alérgenos de cada uno, algo que me
parece genial porque como sabéis, soy intolerante a la lactosa y, para la gente
que padecemos algún tipo de intolerancia, no es nada fácil salir a comer fuera
de casa.
Me pongo a
observar la lista de platos principales y en TODOS menos en la pasta con
tomate, había lactosa o trazas de lactosa, incluidos los menús infantiles. ¿Os
imagináis que también fuera intolerante al gluten? Porque hay gente que es
intolerante a las dos cosas. Evidentemente, tampoco podría comerlo.
Mi
“indignación” viene cuando te paras a pensar: ¿Por qué una pierna de cordero
lleva lactosa? ¿Por qué unas albóndigas de salmón llevan lactosa? ¿Por qué unos
medallones de salmón llevan lactosa? ¿Por qué un muslo de pollo, sí señores, UN
MUSLO DE POLLO, lleva lactosa? En definitiva… ¿POR QUÉ COJONES HAY COMIDAS QUE,
SE SUPONE QUE NO DEBERÍAN LLEVAR PRODUCTOS LÁCTEOS POR SU NATURALEZA, LLEVAN
LACTOSA O DERIVADOS?
Pues, en
muchas ocasiones, son por las salsas y condimentos que les echan a las comidas
para que les de sabor y que son las que suelen llevar la lactosa como
conservante o incluso se le echa al producto natural para que también sea
conservado. Una práctica que me parece bastante horrible ya que también está
poniendo en “riesgo” la salud de las personas y me da mucha rabia que la
industria alimentaria o alimenticia lo esté permitiendo.
Afortunadamente,
poco a poco hay más sitios donde te muestran la carta con los alérgenos pero
tampoco estaría mal, ofrecer ciertas comidas “sin gluten” o “sin lactosa” para
hacernos la vida un poco más fácil a las personas intolerantes, que no somos bichos raros. Por ejemplo,
conozco una pizzería en un pueblo de Huelva que hace pizzas normales pero,
también, con ingredientes sin gluten y sin lactosa, algo que me parece
estupendo. Si ellos pueden hacerlo, ¿Por qué las grandes cadenas de
bares/restaurantes no?
Por lo tanto,
lo único que pido es que IKEA tenga un poco más de “flexibilidad” con la comida
de su restaurante para que todos podamos disfrutar de ella y, como sugerencia,
no estaría mal que incluyeran pizzas con queso sin lactosa en su menú de bistro
que los intolerantes también compramos muebles y tenemos derecho a comer allí.
Y un mensaje
para aquella gente que van de “guays” por la vida metiéndose con los que
tenemos algún tipo de intolerancia. Hay gente que desgraciadamente nace
siendo así pero a otra, como yo, las intolerancias nos ha salido de adultos
como las alergias que sufren muchas personas. Me gustaría que, por un día, por
un mísero día, os pongáis en nuestra situación. Vayáis a hacer la compra y
consultéis TODOS los productos que tienen gluten, leche, lactosa y derivados o
vayáis a algún restaurante a comer algo y miréis TODAS las comidas que
contienen alérgenos. Que por un día hagáis vida de intolerantes y si os resulta
difícil, imaginaos a los que lo padecemos todos los días de nuestra vida.
Hoy, sois
tolerantes pero mañana… ¿Quién sabe?
¡Un saludo a
todos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario