lunes, 22 de julio de 2019

Desahogo laboral


¡Hola  a todos!

Siempre os he dicho que el blog fue creado con el fin de poder compartir con vosotros mis opiniones sobre los libros que leo pero tengo que reconocer que, en otras ocasiones, escribir cosas de la vida real me ha ayudado para desahogarme en los momentos en los que lo he necesitado. Por lo tanto, voy a compartir con vosotros una nueva entrada, esta vez, fruto de la frustración/injusticia (no sé muy bien cómo definirlo) que siento cuando hay personas que tienen un mal día y lo tienen que pagar contigo sin comerlo ni beberlo…

Me voy a volcar más en el ámbito laboral ya que considero que, en muchas ocasiones, compartimos más tiempo con nuestros compañeros de trabajo que con nuestra propia familia, por lo tanto, es entendible que surjan conflictos, no todo es paz y armonía como nos quieren hacer ver los demás.

Si a eso añadimos que hay empresas en las que hay determinados meses del año en las que se trabaja más porque te encuentras en temporada alta como es el caso de la hostelería, especialmente en hoteles y chiringuitos de playa en verano (por poneros un ejemplo) pues el compañerismo parece que disminuye más todavía quizá por los nervios de pensar en cómo va a terminar la temporada.

En mi caso, trabajo en una empresa del sector náutico, así que imaginaos la presión que sentimos desde el 15 de mayo hasta el 20 de agosto, evidentemente con vacaciones prohibidas en esta época del año ya que tenemos que aprovechar todas las ventas que se puedan porque luego en invierno hay muchas menos ventas (cosa lógica).

A pesar de lo anterior, parece que hay compañeros que muestran la peor parte de ellos en esta época del año y es donde realmente conoces cómo es cada uno. Lo que más me indigna es que se justifique o ponga de excusa su comportamiento por el tema de “es que ya sabes cómo se trabaja en temporada alta…”.

Para mí, también es temporada alta y NUNCA he tenido ninguna salida de tono con ningún compañero en los casi dos años que llevo. Siempre he sido la chica que está siempre sonriendo, tomándose las cosas con humor y haciendo bromas. He encajado perfectamente con todos ellos (todos son hombres) desde el primer día pero, como digo, la actitud de algunos, sobretodo de uno de ellos, en esta época del año, me desquicia y me asquea bastante.

Voy a poneros en antecedentes del porqué de mi indignación (o llamarlo como queráis) con esta persona. Los viernes por la tarde, normalmente en oficina estamos mucho más “relajados” puesto que ya la mayoría de la gente se va a pasar el fin de semana el viernes a medio día y hay menos e-mails y llamadas y solemos aprovechar (o al menos yo) para terminar las cosas que se quedan pendientes de la semana.

Teníamos que revisar la devolución de un cliente y le dejé a mi compañero una nota para que se la diera a mi compañero de almacén el sábado, ya que ellos sí trabajan algunos sábados y yo no. Aparte que es él quien lo tiene que realizar y corría algo de prisa como para dejarlo para el lunes…

Al dejarle la nota a mi compañero, éste se puso hecho una furia y a decirme que él no era nadie para dejarle la nota a mi compañero de almacén porque no quería broncas por mi culpa y le dije: “Dile que la nota es de mi parte y no te dirá nada”. Insistió en que no (de muy malas formas) y me tiró la nota de mala manera indicándome que se la diera yo el lunes.

Pues me hizo sentirme como una puta mierda y es que, a veces, decimos las cosas de unas formas que no son las adecuadas. Si me lo llega a decir en otro tono, seguramente no me hubiera sentido tan mal. Estuve conteniéndome el resto de la tarde para no llorar. En cuanto dio la hora de salir, salí lo más rápido que pude de allí, cogí mi coche y tenía una hora conduciendo hasta mi casa donde fui parte del camino con las gafas de sol puestas y llorando a moco tendido por la situación por la que había pasado.

Estuve el fin de semana fatal por la situación y cuando hoy he llegado al trabajo, esta persona me dice que al final sí que le dio el papel a mi compañero de almacén pero oye que esas cosas de pedir perdón a los demás están demasiado sobrevaloradas y parece que te vas a sentir menos persona por decir PERDÓN a una persona a la que has hecho daño.

Evidentemente he pasado del tema con un: “pues estupendo” y a otra cosa mariposa. La verdad que no tengo ni idea de cómo seguirá la situación con esta persona pero ya os digo que si una persona me trata mal, que no espere que mi trato sea excelente porque estoy cansada de tener que aguantar semejantes salidas de tono porque no es la primera vez que me sucede con la misma persona y que los demás piensen que son las “mujeres y sus hormonas”.

Os aseguro que aquí mucho decir que si “las mujeres y sus hormonas” y que si se rebotan por todo y tal y Pascual pero los hombres también se cabrean y las lían mucho más pardísimas que las mujeres y sé lo que me digo porque son casi 2 años trabajando con ellos a diario. Que si este se ha puesto así por una puta nota de mierda…

La cosa es que ahora voy a tener un trato cordial o al menos intentarlo con esta persona porque me conozco y como me “encabrone” con una persona, tened claro que me “encabrono” para toda la vida y ni agua doy! Lo siento, pero si me das motivos para actuar así, lo voy a hacer.

Y para finalizar, me apunto dos refranes llenos de realidad: “Cada uno recoge lo que siembra” y “Haz según te hagan”. Siento haberme extendido tanto pero me era muy necesario para sacar toda la rabia que llevo acumulada de estos días. Gracias por leerme.
¡Un saludo a todos!

miércoles, 17 de julio de 2019

Lara Smirnov - "Si la vida te da limones, haz culebrones"


¡Hola a todos!

Hoy os traigo uno de los últimos libros de Lara Smirnov que, como ya sabéis, es la autora de la trilogía golfa, libros que me gustaron bastante y que analicé en entradas anteriores del blog. El libro de hoy, se titula “Si la vida te da limones, haz culebrones”.

La verdad que el titulo, no ha podido ser mejor para todas las historias y enredos que surgen en él. Primero, nos encontramos con que cada capítulo tiene un título de telenovelas muy famosas como “Dallas” o “Pasión de Gavilanes”, en las que nos encontramos escenas que tienen alguna relación con los títulos de esos capítulos.

El libro empieza fuerte con el fallecimiento de uno de los miembros de una familia muy poderosa de Valencia. A partir de ese momento, surgirán bastantes desencuentros entre los demás miembros de la familia por culpa de la herencia, cosa que es bastante realista, ya que en la mayoría de los casos suele suceder.

También, surgen dos relaciones paralelas y algo inusuales en la mayoría de los libros cuyos personajes son Katrina y Mauri, que me parece que tienen demasiada importancia ya que vivimos en una época en la que tenemos que respetar que cada uno es libre de querer a quien quiera independientemente del sexo que sean. Me ha parecido genial que le haya dado visibilidad en el libro.

Por otra parte, tenemos a Ángela que ha sido mi personaje favorito desde el principio del libro. Es una mujer casada con hijos y empresaria que se ve “obligada” por ella misma a seguir con su matrimonio aunque lleve años sin tener relaciones con su marido y éste se dedique a cometer infidelidades allá por donde pasa.

Aunque sea un libro y puede ser ficción, guarda bastante realismo ya que he conocido muchos casos como el de Ángela que por el hecho de estar casada tiene la obligación de ser una buena madre y de tener que “aguantar” a su marido hasta que la muerte los separe simplemente por el hecho del “qué dirán” los demás.

Me gustan las mujeres como ella, que se atreven a desafiar su vida rutinaria de llevar X años casadas con sus maridos cuando éstos ni se preocupan por ellas, ni las miran, ni si quiera son capaces de encargarse de sus propios hijos porque creen que solo ellas tienen esa obligación, olvidándose de que son mujeres y que también tienen derecho a empezar a disfrutar de su propia vida separándose de sus maridos.

Creo firmemente en que es un error el estar casada con una persona eternamente cuando llega un momento de la vida en la que lo único que te aporta son más disgustos que alegrías, cuando crees que tienes que seguir aguantando la situación para que no te critiquen por separarte de él, cuando crees que tienes que seguir al lado de esa persona porque es el padre de tus hijos (cuando él ni se encarga de ello), como os digo, un GRAN ERROR.

La verdad que el libro es bastante recomendable porque toca temas bastante interesantes y naturales, sobre todo para poder abrir la mentalidad de muchas personas que, aunque ya vivimos en un época moderna, todavía hay gente que piensa muchas cosas negativas sobre ciertos temas y que no ven con buenos ojos muchísimas cosas que se relatan en este libro.

¡Un saludo a todos!

jueves, 4 de julio de 2019

Que arda el blog!


¡Hola a todos!
 
Hoy no os voy a hablar de libros, voy a hablaros de las relaciones laborales que surgen en las empresas entre los compañeros de trabajo exponiendo un caso real, caso que desgraciadamente nos está afectando a todos pero especialmente a uno de mis compañeros de trabajo y a mí.
 
La cosa empezó a surgir cuando mi jefe tuvo la brillante idea de contratar a dos personas más para trabajar en la empresa, algo que nos pareció genial a todos puesto que venían a ayudarnos y a quitarnos un poco de trabajo a los demás o eso se suponía…
 
Primeramente, todos hemos sido nuevos en una empresa y está claro que los primeros días pues se te hace un mundo y más cuando entras a trabajar recién acabados unos estudios pero, también, seamos realistas y que te tienes que adaptar lo antes posible a las condiciones de trabajo y que, si al final no te acabas adaptando, sabemos que, más tarde o más temprano, lo más probable sea que acabes en las filas del paro…
 
Volviendo al tema principal de esta entrada, al principio, cuando entraron estas dos personas, empezó a surgir un poco de estrés puesto que no solo tienes que realizar tu trabajo sino que, tanto mi compañero como yo, fuimos los encargados de enseñar a estas dos personas a realizar su trabajo, por lo tanto, la cosa se empezó a complicar…
 
Había que tener muchísima paciencia con ellos, hacían muchísimas preguntas (es entendible puesto que no sabían nada) pero que, al final, con el tiempo esas preguntas se convirtieron en “preguntas tontas, respuestas idiotas”. Mirad, yo puedo responder todas las preguntas del mundo pero cuando ya te han preguntado la misma pregunta más de 20 veces al día, entended que la paciencia se marcha.
 
Después de 20 días, uno de ellos empezó a buscar bronca con todos, algo que era súper negativo en el día a día laboral. Llegó un día en el que casi pega a mi compañero de trabajo allí mismo, que yo le felicito porque no conozco a persona con más paciencia que él. Conmigo tuvo varios encontronazos verbales en los que al final terminas callándote porque sabes que el chico no da para más y que, con su actitud, lo más probable es que terminara en la calle como ha pasado.
 
Y después de 60 días, pasamos al “segundo elemento” aunque más bien yo le apodaría “Antoñita, la fantástica” porque se monta unas películas mejores que las de los estudios universal…
 
Reconozco que, al principio, no puedes juzgar a nadie porque no le conoces cómo es pero ya os digo que, después de 60 días, ya sabes perfectamente de qué pie cojea cada uno…y la actitud que está teniendo este chico está dejando mucho que desear. Es la típica persona que se cree ultramegasuperguay por tener dinero, coches de lujo, iphone, i-pad, i-pod y el i-coñodesumadre… que lo va restregando todo el día a los demás y yo me pregunto ¿Si tanto dinero tiene qué coño hace allí trabajando para darnos por el culo a los demás?
 
Pues la verdad que con su actitud de “pijo repelente” o sobrado (como le queráis llamar) pues más que hacer “amigos” ha hecho enemigos en el trabajo puesto que todos (menos él) somos personas súper humildes de nuestra madre y de nuestro padre que tenemos la suerte (para nosotros) o la desgracia (para él) de tener un trabajo con el que poder mantenernos.
 
La cuestión es que vive amargado tanto personalmente como laboralmente hablando y eso es algo que se nota muchísimo cuando pasas tantas horas del día con una persona, tanto es así, que desde hace dos semanas está viendo que conmigo y con otro de mis compañeros (no es el mismo que tuvo la movida gorda con el otro) no congenia y entonces ha decidido inventarse movidas inexistentes con nosotros.
 
Conmigo la cosa empezó a torcerse, no solo personalmente sino ya también laboralmente puesto que no hace bien su trabajo, sigue preguntando las mismas preguntas estúpidas y simples que hasta un niño pequeño se quedaría con las respuestas y, a mí, eso me cansa bastante, digamos que no soporto tener en mi trabajo a una persona que en vez de ayudarme, me hace parar mi propio trabajo 638421606523 veces al día porque le tenga que seguir explicando las mismas mamarrachadas del primer día después de 60 días que lleva.
 
La mejor parte del día es cuando dice “todavía sigo sin saber cuáles son mis funciones aquí” y claro, no sabes si quedarte mirándole con la boca abierta, ponerle la cara del famoso gif de la niña en el coche cuando la llevan a disney o contestarle con un: “en serio me estas preguntando esto después de 60 días? De verdad????”
 
Con mi compañero la cosa se empezó a torcer casi de la misma manera que conmigo puesto que se cansó de recibir llamadas internas desde su mesa preguntándole también por las mismas chorradas y mi compañero tampoco puede parar de realizar su trabajo 54166505055151 veces para contestarle las mismas mierdas una y otra vez.
 
Estas dos semanas ya estamos llegando a unos límites que pensé que no llegaríamos nunca, en la que él nos está acusando indirectamente (va diciéndolo a los otros compañeros a nuestras espaldas) a nosotros dos de que le hacemos buling, algo que, con lo que está sucediendo últimamente en la sociedad, es una acusación muy grave y que incluso puede hacernos perder nuestro trabajo.
 
Dice que le echamos de la hora de la comida cuando él es el que se coge su mochila del comedor y  sin decir nada se va fuera a marginarse, volviendo medio llorando y diciendo que ha tenido que comer en su coche muriéndose de calor porque no le queremos allí. Que le pegamos y le tratamos muy mal a la hora de la comida y por eso va a pedir el cambio de turno cuando desde el primer día NUNCA ha querido compartir ni relacionarse con ninguno de los demás miembros de la empresa puesto que, como os he comentado antes, el se creía por encima de todos nosotros y no quería compartir espacio con chusmas de gente pobre como nosotros… (dicho por él).
 
Estas dos cosas las comento porque creo que es necesario para que la gente se de cuenta de que este tipo de comportamientos no ayudan a los demás y me callo muchas más cosas que va comentando porque aparte de ser acusaciones muy fuertes son FALSAS! No obstante, pienso que para avanzar en tu trabajo, no es necesario que te inventes este tipo de cosas, es mejor avanzar por tus propios méritos que tener que aplastar a los demás con estas malas maneras de actuar.
 
¿Sabéis lo que me “consuela”? Que gracias a que existen las benditas cámaras que son como el “gran hermano” y todo lo ven, que nos acabarán dando la razón a mi compañero y a mí aunque seguramente esta situación, desgraciadamente, también se viva en muchas más empresas.
 
Siento haberme extendido tanto pero era muy necesario desahogar toda la rabia que llevo contenida desde hace ya muchísimos días. Gracias por leerme y os prometo que la próxima entrada sí que os voy a traer el comentario de un libro como os gusta, sin malos rollos.
 
¡Un saludo a todos!