miércoles, 30 de agosto de 2017

Corazón Elástico

¡Hola a todos!

Hoy os traigo mi opinión sobre el primer libro de la trilogía “corazón”, la última trilogía de Elena Montagud llamado “Corazón elástico”. Para la gente que esté interesada en empezar a leerla, informaros que el tercer libro ya ha salido en digital, pero que si, como a mí, os gusta leerlo físicamente, que tendremos que esperar hasta dentro de una semana.

Aunque ya en “Nunca lo olvidarás” conocimos a algunos de los personajes en la vida adulta, en este libro vamos a conocerlos algo más en profundidad, tanto en el pasado como ya en sus vidas actuales, sobretodo a Blanca y a Adrián, que son los personajes principales de esta trilogía.

La historia en sí, como en todos los libros de ella, me ha gustado bastante por los toques de realidad que presentan. Existen ciertos momentos en los que muchas mujeres nos hemos sentido identificadas con algunas actitudes de la protagonista tanto sentimentalmente, personalmente y profesionalmente.

En cuanto al tema sentimental, seguro que a nosotras, igual que a ella, también se nos ha cruzado algún “Adrián” en nuestras vidas, dándonos rabia esa actitud de indiferencia que tienen algunos hombres en cuanto a actitudes sentimentales con amigas y mujeres. Los típicos “yo solo te quiero como amiga” o esa relación de amistad en la que no sabes cuándo molestas o cuando agradas, que no sabes si irte o quedarte y que nunca dejan las cosas claras.

En cuanto a la adolescencia de Blanca en el instituto relatando el tema del acoso escolar que sufría, me ha parecido un tema muy delicado. Narra episodios demasiado durísimos (que recomiendo no leer si sois personas demasiado sensibles) y que desgraciadamente, hoy en día es otra de las realidades que se están permitiendo no solo en institutos y colegios sino también en centros de trabajo, donde pienso que se deberían tomar medidas desde los primeros síntomas y no mirar hacia otro lado, sin olvidarnos de que es posible denunciarlo con pruebas suficientes.

En cuanto a la actitud de Blanca con Adrián en época adulta, después de reencontrarse, he de decir que yo realmente no sabría cómo reaccionar porque igual puedes seguir teniéndole rencor a esa persona por lo que hizo después de tantos años o puedes saludar por educación, sin olvidar el daño que te hizo, pero de ahí al comportamiento tan “como si nada hubiera pasado” como el que tienen ellos dos, para mí es poco creíble. Ahora que también depende de cómo sea la personalidad de los dos implicados, el orgullo de cada uno y esas cosas…

El libro tiene muchos capítulos narrados con los personajes adultos mientras que en otros capítulos te traslada al pasado, algo que a mí, personalmente, no me suele gustar y que prefiero leer la historia en el mismo sentido cronológico, pero en esta historia es necesario para comprender las actitudes que tienen los personajes después de años sin verse.

A lo largo del libro, quizá, haya personas que en ciertos momentos, no hayan entendido los comportamientos de Blanca como con el tema de la virginidad y después las relaciones que mantiene con algunos hombres. Lo primero creo que lo hace para ganar confianza y autoestima en sí misma, algo que a ella le preocupaba mucho antes de empezar la universidad. Después ya no me gusta tanto la actitud, puesto que está bien que tengas autoestima pero ya ir un poco de “sobrada” por la vida, es pasarse.

Tengo que reconocer que a mí el comportamiento de Adrián me sacado un poco de quicio ya que hay momentos, como sucede en la vida real con ciertos hombres, en los que tienes que intentar descifrar sus pensamientos y sus actitudes que al final acaban volviéndote loca porque no consigues saber si lo que dicen, lo que sienten o el comportamiento que tienen es lo que realmente quieren.

Los mejores momentos del libro son las conversaciones que tienen Blanca y su mejor amiga, Begoña, donde se dicen las verdades sin enfardarse, donde se ayudan y se animan la una a la otra, donde se dan consejos profesionales y sentimentales, donde se preparan sorpresas y saben perfectamente en cada momento lo que necesitan cada una. En definitiva, una relación de amistad que muchísimas mujeres quisiéramos tener con otras donde no existan los celos ni las envidias por destruirse las unas a las otras como suele suceder en ocasiones.

El final me ha parecido muy sorprendente e inesperado, donde Blanca se lleva la peor parte después de haber sido sincera con Adrián y éste lo único que hace es cometer más y más errores como les pasa a la mayoría de los hombres. Te deja con una sensación muy triste por ella y con ganas de seguir la segunda parte para ver cómo sigue la historia.


¡Un saludo!

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