lunes, 17 de marzo de 2025

Febrero: La rotermeller y la divina...

Hola a todos,

¿Qué tal estáis llevando el mes de marzo? La verdad que con tantos días lluviosos, algunos estamos empezando a tener un poco de depresión por no ver el sol y cansancio mental de tanta lluvia, especialmente las personas a las que no nos gusta el invierno.

Me apena no haberos podido traer ninguna entrada en febrero, pero ha sido un mes demasiado intenso, sobretodo laboralmente hablando. Han ocurrido algunas novedades en el trabajo que os tengo que contar y que seguro os va a sorprender tanto como a mí aunque ya sabemos que en todos los sitios cuecen habas…

En la entrada anterior os dije que tenía algunas compañeras de trabajo que son demasiado odiosas para mi gusto y que son las que llevan más tiempo en la empresa, ¿no? Pues un lunes, una de ellas, la llamaremos Rotermeller, empezó a decir delante de todas a una de las chicas que llevaba menos tiempo, pero más tiempo que yo, vamos a llamarla Conchi, que no sabía nada, que confunde las cosas, que no sabía que hacía allí, que era una empanada, que no sabía de nada y una gran ristra de frases similares. El resto no dijimos nada por miedo y porque como nos acostumbran siempre: “nunca te metas en las cosas de otros”, pero fuimos conscientes de la situación y sabemos que eso había estado horrible.

Al día siguiente, Conchi no fue al trabajo y, como consecuencia de esa discusión, el médico le dio la baja de larga duración, alegando que tiene estrés… A algunas compañeras les calló de sorpresa, pero a mí no. Yo sabía que esa chica acabaría así por las malas formas de Rotermeller porque esta mujer no sabe medir las palabras a la hora de regañar a las demás (y me incluyo). Te trata como si ella tuviera todo el derecho del mundo a pisotearte y a quedar por encima de ti. También tienes que hacer las cosas como ella diga, de ahí que la hayamos llamado Rotermeller.

Volviendo a Conchi, la verdad que me da pena la situación de esta chica porque es demasiado buena, incluso ella misma ha reconocido que no sabe el trabajo que está haciendo, pero es que tampoco nadie se ha sentado con ella a explicarle las cosas… Es verdad también, que a la chica le cuesta aprender las cosas, pero de ahí a que alguien se crea con todo el derecho del mundo a pisotearla de la manera en que lo hace Rotermeller… ¡PUES NO!

Y a la baja médica de Conchi, tenemos que sumar la baja voluntaria de otra compañera. Ella ha dicho que no la gusta este trabajo y que prefiere irse a hacer otras cosas que la motivan y la llenan más. La entiendo perfectamente en este aspecto porque es una chica muy joven y tiene mucha vida por delante para poder elegir otros caminos. También ha indicado que no se siente con fuerza para que Rotermeller y la divina (después os hablo de ella) se pongan a echarle mierda encima al igual que le ha pasado a Conchi. Por lo menos, es sincera y se ha ido por la puerta grande. No tengo nada más que añadir y que la vaya fenomenal.

Si… ¡Ya os hablo de la divina! ¿Quién es esta chica? Pues esta chica es de “el club de las trabajadoras antiguas” asique ya os imagináis el trato que da al resto… ¿no? La Rotermeller es verdad que es muy dura diciendo las cosas, pero también es cierto que si la preguntas algunas cosas, a veces sí que te ayuda. Bueno, más bien, depende como le vaya el día… Sin embargo la divina, es la típica que se cree que por ir en tacones y americana a la oficina es la dueña y señora de allí. Te mira por encima de las gafas como desafiante a cada cosa que te pregunta. Las preguntas que te hace suelen ser muy cortantes y todo se tiene que hacer también como ella diga asique otra prepotente de mil demonios.

Hace unos días cuando llegó a la oficina, acusó a otra compañera de ROBARLE la silla en plan niña de cinco años que se encuentra en el cole y dice: “seño, esta niña, me ha quitado mi silla”. Pues así. Rotermeller se metió por medio para defenderla y echar mierda sobre la otra compañera que recientemente acababa de llegar de sus vacaciones y no sabía ni de lo que se estaba hablando… Mi compañera la contestó de las mismas malas formas que ellas lo hacen y no las gustó nada. La divina se puso tan rabiosa al ver que la había contestado que cogió y se fue a una estantería y se puso a sacar como una desquiciada todas las cajas que estaban guardadas en las estanterías y a gritar como una poseída que eso era un desorden y no se qué mil mierdas más… Imaginaos mi cara en esos momentos, que encima la mía es el espejo de mis pensamientos…

En fin… toca seguir paciencia para poder seguir aguantando la situación porque parece que esto no va a acabar nunca…

¡Un saludo a todos!

jueves, 23 de enero de 2025

La cuesta de enero y el vacío laboral...

Hola a todos,

¿Qué tal se os está dando la cuesta de enero? La verdad es que siempre enero se hace muy eterno y largo. Parece una de esas películas aburridas que por más que pasan los minutos parece que nunca va a tener fin.

En la entrada de hoy os traigo un problema que parece que viene siendo habitual en el mundo laboral y es el tema del vacío laboral. Sí, igual no habéis escuchado este término y efectivamente es porque creo que me lo acabo de inventar, pero desgraciadamente es algo que existe. Tampoco lo quiero llamar acoso laboral porque realmente no se si es así como su propio nombre indica, asique prefiero llamarlo: vacío laboral.

¿Qué es el vacío laboral? Según mi entendimiento, surge cuando entras nuevo a una empresa y las personas más antiguas que están allí trabajando, no les hace gracia que vengan los nuevos. Concepto muy resumido, pero que quiero explicar más detenidamente a continuación.

Cuando entras nuevo a una empresa, siempre entras con dudas, sobre todo cuando ya te has recorrido varias empresas. No sabes si será mejor o peor, estás intranquilo hasta que pasa el primer mes donde parece que se han volcado en intentar enseñarte algo que no hace falta porque yo ya vengo con la lección bien aprendida (y mejor que ellas). Parece que la cosa va mejor, pero se empieza a complicar según van pasando las semanas… comienzas a ver las malas contestaciones entre las compañeras veteranas hacía otras nuevas, pero piensas que será algo puntual y no lo tienes en cuenta.

Cuando ya llevas tres meses y ves que siempre las malas contestaciones son de las mismas veteranas hacía las nuevas (y me incluyo), pues mira ya empiezan a tocarte las narices. Lo primero porque todas son mujeres y, cuando fui a la entrevista para conseguir el trabajo, lo primero que pensé fue: “¿Todo mujeres? Menudo nido de víboras que hay aquí”. Parece que la intuición que tenemos las mujeres no falla. Aún así, quise darle la oportunidad al sitio y probar la experiencia.

Ya os digo que, aparte de malas contestaciones, hacía mí y mis compañeras, son malas caras y malos gestos también. Llega un momento que te cansa y, sinceramente, jamás pensé que un trabajo me iba a quemar tanto en apenas tres meses, pero la actitud de la gente no ayuda. Mi jefe está muy contento conmigo y con mi trabajo, pero a mí eso ya no me vale si no tengo paz mental y tengo que estar todos los días pensando en qué sucederá hoy y con qué mierda saldrán.

No es posible que en 2 semanas, he tenido 14 encontronazos con una de ellas…Yo soy una persona pacifica y hago mi trabajo, pero lo que me sienta mal es que vengan a darme lecciones de cosas que creen que lo saben cuando no es verdad… Entonces ya me planteo que lo que sienten es miedo de las nuevas personas y las atacan porque ven peligrar su culo en la empresa porque no saben nada del trabajo que están ejerciendo y pueden ser descubiertas en cualquier momento… Como está pasando…

Hay cosas que no se deben tolerar y menos en un trabajo. Puedo actuar de dos maneras: 1-Me pongo a su altura y suelto pullitas para ver si se dan por aludidas y revientan, o 2-Les doy la razón como a los tontos y ya está. Llevo ya unos días que estoy tomando el camino de la segunda opción. Me estoy haciendo la tonta, la recién salida de estudiar para que vengan las “manejantonas” a decirme como ven ellas las cosas y como se hacen según su criterio…

Otra cosa que sucede es que parece que nos tratan como si fuéramos sus criadas, nos piden cosas que tienen que hacer ellas, para luego ellas dar la última revisión y nos echan muchas broncas cuando algo no está todo perfecto. La perfección para ellas es no tener que revisar nada para tocarse más las narices de lo que se la tocan…

También os digo, que las nuevas nos estamos uniendo para hablarlo con el jefe y a ver si puede tomar alguna medida al respecto… Todas estamos mal y pensamos lo mismo acerca de las otras. Luego se extrañan que las nuevas que llegan no quieran estar allí… ¿Pero cómo van a querer estar allí con la negatividad que sueltan?

Está tocando un mes con mucho trabajo aunque tampoco confío en que las cosas vayan a ir a mejor. Solo se que siempre me tocan cosas negativas y de este estilo en todos los trabajos donde he estado. En la próxima entrada os cuento más… ¡Y que se acabe enero ya!

¡Un saludo a todos!