¡Hola a todos!
Como ya sabéis, a veces me gusta dar mi opinión sobre las cosas reales que también suceden en la actualidad y hoy os traigo una dosis de realidad.
Hace un año, ya di mi opinión acerca del COVID y pensé que no sería necesario volver a hablar de ello en mi blog, pero desgraciadamente me veo en la obligación de hacerlo y de contar las cosas como las he vivido un año después de que conociéramos esta enfermedad.
Tal y como dije en la entrada anterior (hace aproximadamente un año y que está colgada en el blog), es cierto que muchos políticos le restaron importancia a esto, permitiendo actos políticos, partidos de futbol y la famosa manifestación del 8M de la que tanto se habló entre otras cosas. Según varios miembros del Gobierno de España y hasta el propio Fernando Simón dijeron que esto solamente serían unos casos aislados y creo que así lo pensábamos muchos. Le restamos importancia por fiarnos de la gente que nos gobierna ya que se supone que ellos son los que sabían sobre el tema y se estaban informando de ello, algo que se ha visto que no fue así.
Es cierto que yo al principio, tal y como comenté en esa entrada, no le di importancia (que no quiere decir que fuera una negacionista de esto. ¡OJO, que es una gran diferencia! Ya que una cosa es pensar que una cosa existe, pero que no va a ser tan dañina y otra muy diferente es negar que existe directamente.), pero a medida que fueron pasando los días y que la gente se estaba muriendo, ya empecé a asimilar que esto era algo más grave e inesperado de la que nadie sabía nada. Solo se sabía que era una enfermedad muy contagiosa, pero no se sabía el modo en el que te contagiabas.
Creyeron que la mejor forma de parar los contagios era un confinamiento bastante estricto y así lo asumimos toda la sociedad, aparte del uso de mascarillas, geles hidro-alcohólicos, nos enseñaron a lavarnos las manos (que pensé que te lo enseñaban en preescolar), las distancias de seguridad…
¡Y llegó Junio! Retomamos nuestra vida con “normalidad”: la gente salía a la calle, volvía a los trabajos, se iba de vacaciones, salía de fiesta por la noche… Porque era más importante salvar la economía que la salud de las personas. Sí, porque salimos y la gente siguió muriendo.
No interesaba durante todo el verano el abrir los telediarios y rellenar periódicos con los fallecidos diarios porque la gente tenía que salir de vacaciones y gastarse el dinero. Tenían que hacer como que esto ya se había acabado y también porque los políticos eran los primeros que deseaban con ansia el acabar el Estado de Alarma para poderse ir de vacaciones y “trabajar” lo menos posible. Es triste, pero es la realidad.
¡Y llegó septiembre! Y con ello, la temida “vuelta al cole” y la vuelta de los trabajadores después de las vacaciones porque supuestamente iban a subir los contagios. Según muchos, deberíamos de haber vuelto a estar encerrados todos en casa (el que pueda claro, porque la mayoría de las personas tenemos que trabajar ya que no comemos de aire) hasta que para evitar esa situación, a la señora Ayuso, se le ocurrió los famosos confinamientos perimetrales.
Reconozco que, al principio, no me pareció bien porque no estaba bien gestionado. Para la gente que no sea de Madrid, lo explico: Los grandes barrios de Madrid, están divididos por varias zonas. Por ejemplo, Vallecas es un gran barrio de Madrid, pero que está dividida en algunas de las siguientes zonas: “El pozo”, “Entrevías-Asamblea”, “San diego”, “Campo de la Paloma” y muchas más por poneros un ejemplo. Las tres primeras zonas, están en la misma zona y me parecía absurdo que la gente que vive en Entrevías, no podía pasar ni si quiera a hacer la compra a San Diego, que es donde se encuentra Carrefour, Mercadona y Lidl mientras que en su zona solamente quedaba el Ahorramás y viceversa.
Como os digo, no me parecieron bien, hasta que llegaron los desconfinamientos perimetrales donde aquello ya se convirtió en la mayor de las absurdeces ya que hay calles que pertenecen a dos zonas. Los de mitad de la calle podían salir y los otros no (¿?). Me siguió pareciendo un sinsentido aunque hay que reconocer que gracias a este método bajaron los contagios.
Semanas más tarde, por lo menos, fueron algo más coherentes y permitían entrar y salir de estas zonas para trabajar, comprar, ir al médico, cuidado de familiares, etc… Algo que ya me parecía más lógico. Lo que sí estaba de acuerdo es que si la gente quería salir a la calle a pasear, lo podía hacer, pero siempre y cuando no saliera de estas zonas, algo que me parece más lógico y normal ya que si no tienes que salir obligado a lo necesario, pues es una gran ayuda para los demás que se quedaran en casa o en su zona de residencia habitual.
Los telediarios desde septiembre comenzaron a meter miedo de nuevo a la gente porque esto era muy peligroso, muy contagioso, se iba a acabar la gente en el mundo, te hablaban de segunda ola, de tercera ola, de la necesidad de una vacuna para salvar vidas porque esto era muy mortal.
Y según han pasado las semanas y los meses, a estas alturas, yo ya creo que mucha gente ha perdido el norte obsesionada con el COVID. Te dicen que no salgas de tu casa porque a ver si te contagias y les vas a contagiar en el trabajo. Muchos viven obsesionados echándose gel cada quince minutos, cambiándose las mascarillas cada dos horas, echando lejía en spray por la ropa cada vez que llegan de la calle. Lo siento, pero creo que ya es exageración.
Está claro que el COVID es peligroso, yo no digo lo contrario. Es verdad que han fallecido muchísimas personas por esta enfermedad, pero es que hay también hay más gente que se salva que la que fallece. Si fuera tan, tan, tan mortal como nos lo pintaban durante todo el confinamiento, no hubieran dejado salir a la gente en Junio ¿no? Habría fallecido TODA la gente que se ha contagiado de esto ¿no?
Lo cierto es que la mayoría de la gente lo ha pasado con pocos síntomas, otros perdiendo solo el olfato y el gusto, otros con síntomas parecidos a una gripe (como me ha sucedido a mí), otros lo han pasado muy mal en ucis y hospitales… Sí, pero han sobrevivido que es lo realmente importante de esto y sobretodo, conozco casos de gente que lo ha pasado hasta dos y tres veces en este año, algunos con síntomas y otros sin ellos.
Pienso que, al final, no hay que tenerle miedo porque es una enfermedad que tarde o temprano vamos a acabar teniéndola todo el mundo como la gripe y que dentro de unos años ya quedaremos inmunizados ya sea por las vacunas, por los medicamentos, por la gente que lo haya pasado y tenga anticuerpos… sea por lo que sea, pero nos acabaremos acostumbrando a vivir con ello como nos ha sucedido con la famosa gripe o como ocurre con los refriados o con las alergias que al final son enfermedades con las que tienes que convivir. Sí, que también hay gente que ha muerto de gripe y de alergias, pero hay otros muchos que conviven con esa enfermedad con normalidad.
Lo que me sorprende es que últimamente dicen que, por ejemplo, hay 200 fallecidos diarios y que todos son por COVID. Parece que ya la gente no fallece de infartos, de cáncer, de otras enfermedades, de accidentes laborales, de accidentes de tráfico… No se habla de ello, solo se habla de que todos los que fallecen son por COVID. Lo siento, pero es que a estas alturas ya me cansa el que nos quieran seguir metiendo miedo con esto para que la gente no salgamos y no podamos hacer nuestra vida con normalidad dentro de las normas higiénicas establecidas.
Y para terminar con la verdad más absoluta acerca del COVID, es que ya llevamos un año de convivencia con el virus, enfermedad… (Llamadlo como queráis), pero seguimos sin saber cómo narices se contagia la gente. Usamos mascarilla y siguen los contagios, usamos los geles y siguen los contagios, nos lavamos las manos y siguen los contagios… Un misterio bastante misterioso… ¡Siento haberme extendido tanto!
¡Un saludo a todos!