¡Hola a
todos!
Hoy os traigo
mi opinión sobre el segundo libro de la trilogía “corazón” de Elena Montagud,
titulado “Corazón Indomable”. Si el primer libro me gustó bastante, éste me ha
gustado un poquito más que el anterior por lo que os explicaré a continuación.
Dejamos el
primer libro con un final un tanto sorprendente, donde Blanca se sentía triste
por confesarle ciertas cosas a Adrián y sin saber muy bien lo que ocurriría
entre Blanca y Adrián. Este libro empieza siguiendo con ese final en el que
parece que rompen la relación definitivamente pero al final suceden ciertos
hechos en los que la relación acaba tomando un rumbo diferente y algo más
sorprendente todavía.
En cuanto a
la relación de Blanca con su familia, se ve una relación mejorada. No se ve a
la misma Blanca, una Blanca que pasaba de su familia y la evitaba
constantemente, sino todo lo contrario. Me ha gustado bastante esta
“reconciliación” que tiene ella consigo misma en cuanto a este tema se refiere,
incluso se permite el lujo de acompañar a su hermano cada vez que sale de
fiesta, algo que para la Blanca de antes era impensable.
Me gusta el
momento en el que Blanca por fin decide comenzar una nueva relación y está
dispuesta a olvidar a Adrián pero a medida que vas leyendo y vas viendo como
avanza la historia entre Blanca y su nuevo novio, me da algo de tristeza porque
parece que Blanca lo hace en plan “un clavo saca a otro clavo”, como
queriéndose convencerse a sí misma de que será capaz de olvidar a Adrián con
otro hombre, cosa que sabemos que en la realidad es un poco imposible, por no
decir que es una mentira como una casa.
En cuanto a
Adrián, tiene las mismas intenciones que Blanca, pero realmente el no es capaz
de llevar el plan más allá con su nueva conquista e incluso tiene algunas
reflexiones que me sorprenden e incluso me gustan. Por fin, se abre más
sentimentalmente acerca de lo que Blanca le hizo sentir en la adolescencia y en
la actualidad.
Según va
avanzando el libro, la relación entre Blanca y Adrián va teniendo muchas
subidas y bajadas, cosas reales que pueden suceder a cualquier persona que
intente algo serio con otra y ésta lo único que hace es pasar de ella y
dedicarse a vivir la vida plenamente con otras personas que no le llenan nada y
que lo hace simplemente solo por orgullo, sin darse cuenta del daño que le
puede hacer a la otra persona, en este caso, a Blanca.
Lo único que
no me gusta de Blanca es la actitud que tiene en muchas ocasiones de que se
cree que puede ayudar a todo el mundo y tienen que hacer lo que ella dice,
aunque siempre o casi siempre se acaba dando cuenta de que con esa actitud lo
único que hace es más mal que bien sobre todo para las personas que la rodean.
El final es
bastante más sorprendente que el primero, donde aparece la figura de una
persona que lo cambiará todo en la relación de Blanca y Adrián, donde cada uno
se plantea diferentes cuestiones. Me he vuelto a quedar con las ganas de seguir
leyendo para ver qué sucede con la historia de estos dos personajes que me
tienen muy enganchada a esta trilogía.
¡Un saludo!